Camper nos ha invitado a Mallorca para vivir veinticuatro horas en su universo, justo donde todo empezó: Inca. Allí, entre olor a cuero y cola, hemos recorrido los pasillos del taller donde nacen sus ideas, sus hormas, sus modelos. Un lugar que no parece del todo de este tiempo, porque en Camper el tiempo no va en línea recta: se pliega, se reinventa, se camufla. Como su primer zapato, el Camaleón, que sigue funcionando como metáfora perfecta de la marca. Libre, colorido, resistente. Un símbolo de evolución que no pide permiso.
En medio de la libertad y creatividad efervescente de la transición española, fue Lorenzo Fluxà (tercera generación de zapateros) quien en 1975 imaginó un calzado que pudiera andar otro camino. Camper nació ahí, como una anomalía necesaria. En nuestro viaje exprés hemos podido ver, de una manera diferente, la primera fábrica de la familia, donde se vivía arriba y se creaba abajo, convertido en un espacio perfecto para compartir la cena en la que han asistido personalidades como Rossy de Palma, el director creativo Achilles Ion Gabriel, el cantante Álvaro Lafuente (Guitarrica), la modelo Ali Guty, la actriz Clara Sans, la cantante Mushka o el actor Itzan Escamilla, entre otros. Y luego, ya de madrugada, hemos bailado en la sala contigua al taller, transformada en club. “Caminar con un propósito”, dicen. Y también con ritmo.
Pero la jornada empieza con una visita en las oficinas de Camper, donde las paredes te cuentan toda su historia y te cruzas con nombres y momentos icónicos: Pelotas (treinta años ya), Twins, Peu y las múltiples colaboraciones de Camper Together, donde el diseño se convierte en conversación. “Con motivo de nuestro 50 aniversario, recorreremos nuestra evolución y contribución al diseño y la cultura”, comenta Miguel Fluxà, CEO de Camper. “Será un pretexto no solo para celebrar la historia, sino también para reafirmar nuestra misión y nuestros valores para dar forma al futuro de caminar con propósito”.
El recorrido sigue por el taller: del corte de patrones al encolado, del Recraft a la personalización de Camper One. Cada rincón tiene algo de performance silenciosa. Allí descubrimos cómo la herencia artesanal se mezcla con la innovación modular de proyectos como Roku, o cómo la sostenibilidad no es un lema sino una manera de hacer. En esa tensión entre tradición y experimentación florece también CamperLab, su laboratorio más anárquico, donde los zapatos parecen criaturas de otro planeta y donde cada nueva colección es un reto innovativo y creativo.
No es casual que todo esto ocurra en Mallorca. La isla no es solo el origen físico, sino también emocional de Camper. El nuevo número de The Walking Society, fotografiado por Martin Parr, del que os hablamos hace unas semanas, vuelve a la isla para recorrer nuevos paisajes y personas creativas y artísticas. Además, la celebración incluirá una colección especial de calzado con el característico rojo Camper.
“Me entusiasma celebrar este aniversario cuando nuestra comunidad y la marca son más fuertes que nunca. En la actualidad, nos sigue apasionando preservar nuestra singularidad diseñando productos excepcionales de la máxima calidad fabricadas desde el mayor de los respetos por nuestro medio ambiente. Con la perspectiva a largo plazo de un negocio familiar, estoy convencido de que los mejores cincuenta años están aún por llegar. Quisiera celebrar por el próximo medio siglo y por el siguiente capítulo”, decía Miguel Fluxà.
El camaleón no es solo el primer zapato, sino una filosofía que transmite lo que significa Camper: mutar sin perder la esencia. Y si algo nos ha dejado claro esta visita es que Camper sigue caminando, sí, pero no cualquier camino; el suyo.

















