La 080 Barcelona se caracteriza por su color, tanto en los asistentes como en las colecciones. La identidad peninsular se ve muy reflejada en su paleta cromática, pero siempre es necesaria esa oscuridad, esos tonos de negro y esa vanguardia con la que Acromatyx saben trabajar tan bien y que esta temporada han decidido trasladar de la capital a la ciudad condal. El resultado es la demostración de cómo saber manejar y trabajar con las sombras es tan importante como saberlo hacer con la luz, y cómo en la deconstrucción, en la alteración de siluetas y de proporciones y en la reinvención de clásicos se encuentra la fórmula infalible para conseguir la atemporalidad y la vanguardia que los ha hecho sobresalir en la industria.
Con el que es quizás el mejor casting de esta edición, con un balance perfecto entre modelos de distintas edades y apariencias, que no solamente reflejan la capacidad de adaptación de las creaciones de Acromatyx, sino que elevan y aportan un carácter adicional a la colección que la hace aún más atractiva, la colección 007 Esencia es precisamente eso: todos los códigos que identifican a la marca en un solo lugar. Definiendo el término esencia como "la naturaleza más pura de las cosas, lo eterno e inalterable que trasciende el tiempo", la narrativa se plantea como un tributo a esa faceta oscura y sombría de España que esconde tanto valor cultural; su misticismo, su solemnidad y, cómo no, su artesanía y saber hacer que cada creador hace manifiesto a su manera.
Con un dominio evidente del negro, seña de identidad de la firma, el atractivo y el interés se sitúan principalmente en la construcción y deconstrucción de las prendas. Con el buen manejo de la sastrería que siempre los ha caracterizado, Franx de Cristal y Xavi García plantean siluetas femeninas y cinturas marcadas sin importar el género de quien las lleve; se trata de la estructura, de la estética y de la interacción entre cuerpo y prendas, más que de las obsoletas convenciones sociales. Así, trajes, abrigos, faldas y vestidos resultan intercambiables y adaptables a cualquier silueta y es el patronaje atrevido, la mezcla de varias prendas dentro de una sola o el desafío de las estructuras clásicas y de las maneras convencionales de usarlas lo que nos plantea la pregunta de si tenemos lo necesario para llevarlas con la actitud imponente y sofisticada que una firma como Acromatyx requiere.
Ante la ausencia de contraste cromático, triunfa y sobresale la presencia y el buen uso del contraste de texturas. La opacidad de la lana fría, el denim y el terciopelo adquiere carácter ante el brillo del satén, del raso y del intrigante material de efecto espejo visto tanto en prendas exteriores como gabardinas como en inferiores como faldas. Además, delgadas rayas diplomáticas, las arrugas de los materiales técnicos y la suavidad del algodón aportan otro nivel sensorial en el que hasta el más mínimo detalle contribuye de forma significativa a cada prenda. Cada elemento dentro de la colección representa una pequeña parte del universo creativo de la marca, como si su debut en las pasarelas catalanas hubiera significado para ellos un ejercicio de vista atrás y de reunión y celebración de los códigos que no han dejado de funcionarles y de brindarles éxitos. Por nuestra parte, esperamos que esta primera vez no sea la última.







