Dominnico

Ver a Dominnico dentro del calendario es siempre interesante. Siempre sabes qué esperar y a la vez no. Con una marca como la suya, donde los códigos y la estética están tan establecidos y arraigados que, aun sin ver el concepto ni la inspiración, podemos tener una idea más o menos clara de cómo lucirían los looks, podría esperarse que la expectativa ante una nueva colección no fuera la más elevada, pero siempre ocurre todo lo contrario. Ya sea por los rumores sobre quién va a desfilar en esta ocasión o por alguna imagen introduciendo alguna pieza o idea clave de la colección, a su desfile siempre llegamos con toda la curiosidad, la intriga y la atención que se merece la que es quizás la firma nacional que más rápida y efectivamente se está posicionando en el panorama de la moda internacional.

Bajo el nombre de Lucky Fall 2025, la nueva propuesta se presenta como una interpretación de códigos western, una idea que ya de entrada resulta consecuente con lo que es Dominnico. El recurrente manejo de materiales semejantes a la piel dentro de sus colecciones, de denim, el uso de arneses y piezas que podemos imaginarnos tanto en un cowboy clásico como en cualquier atrevido asistente a un nightclub en Las Vegas; hay mucho más en común entre el universo vaquero y el de la firma de lo que pensamos. Galopando hizo aparición la primera modelo en dar vida a la colección, una sorpresa anunciada horas antes en las cuentas de Instagram de la marca, pero que igualmente no dejó de causar impacto: la protagonista de una de nuestras portadas de METAL 50, Mia Khalifa https://metalmagazine.eu/en/post/mia-khalifa-metal-50 , luciendo un set de dos piezas en pelo reciclado, estampado animal y botas a juego que resume a la perfección lo que sería el resto de la colección.

Con una gran atención no solo a las prendas sino a los complementos, los primeros looks lucidos por nombres como Virgen María, Samanta Hudson o Tayce incluyen sombreros alados y headwear en plumas más similares a esculturas que a piezas tradicionales; así mismo, los bolsos y el calzado en colaboración con Jeffrey Campbell no hicieron más sino elevar cada conjunto, convirtiéndose en parte fundamental de la narrativa. Con la sensualidad que caracteriza a Dominnico, la reinterpretación de piezas como chalecos, chaparreras y cinturones vaqueros y la versatilidad de las mismas para pasar de ser piezas protectoras a piezas reveladoras dieron lugar a siluetas donde la piel y la ropa interior son tan protagonistas como lo que va encima de ellas.

Look, tras look, es evidente la atención al detalle, no solo en los estilismos, donde cada fleco, cada accesorio y cada lazo estaban donde tenían que estar, sino en la construcción de las piezas. Dominnico está acostumbrado a usar materiales que suponen un reto a la hora de trabajar con ellos y mucho más de la manera como lo hace. Lograr que textiles predominantemente rígidos se amolden al cuerpo sin llegar a restringir el movimiento y, por el contrario, se adapten a él de forma que parezca una segunda piel no es fácil, y la maestría con la que lo ha logrado esta temporada es sin duda el highlight de esta colección y el fruto de una experiencia que ya se hace evidente. Ya fuera la pieza más reveladora o la prenda más clásica, todas cumplieron la función para la que fueron concebidas y siguieron al pie de la letra las instrucciones de su creador.

El ruido, la expectativa y el hype alrededor de Dominnico son todos justificados. Con cada temporada demuestra por qué su nombre es sinónimo de un estilo con el que miles se sienten identificados y que define una de las estéticas claves de los últimos años: una sensualidad sin reparo que es tan liberadora como lo es cuidada y precisa. Con Lucky Fall 2025 ha dado en el clavo, aunque más que suerte es fruto de un arduo y meticuloso trabajo que no deja de dar sus frutos y que nos ha hecho querer galopar a su ritmo, llevando lo que él decida.