Diez años son mucho, y a la vez no lo son. Mucho, si pensamos en cómo cada minuto en la mente de una persona creativa equivale a horas, y cómo cada colección representa una vida completamente distinta para quien la concibe. Pero no tanto, si creemos en nuestras esperanzas de una carrera duradera, donde diez años no son más que el inicio. Celebrando este hito de la mejor manera posible—con una colección que encapsula lo mejor de su universo creativo y que simboliza todo lo aprendido y construido durante la última década—Manémané presenta en las pasarelas de 080 Barcelona una oda a la libertad, un manifiesto que demuestra cómo seguir nuestras propias reglas es siempre la mejor opción.
Durante el último día de desfiles, cuando ya estamos completamente sumergidos en el fashion mood, pero donde aún esperamos esas colecciones finales y decisivas que nos hagan decir “Esta fue una buena temporada”, Manémané llega para recordarnos que diez años en la industria no son solo una cifra, sino prueba de que el esfuerzo, cuando se mezcla con trabajo duro y talento, da frutos en forma de un lenguaje visual único, querido por muchos y celebrado por todos. Con Unfollow the Rules, la idea y el objetivo son evidentes desde el principio: tomar lo establecido y darle la vuelta, romperlo, reconstruirlo en algo totalmente nuevo, siempre conservando la esencia y el alma que han estado ahí desde el inicio.
Miguel Becer hace exactamente eso. Con una visión que se mantiene anclada en el pasado pero increíblemente adaptada a lo que pide el presente y a lo que desea la moda actual—infundida con una mirada que apunta hacia el futuro—la colección ofrece una amplia y sólida variedad de piezas, siluetas y diseños que funcionan tan bien por separado como en conjunto. Con una actitud juguetona en cada prenda, una característica que surge de varios aspectos como la elección de tejidos—suaves, elásticos, cómodos y ligeros—los estampados y colores—franjas que recuerdan a pijamas, pequeñas flores y tartán colorido—y la manera en que cada pieza está construida, con una sensación de relajación y despreocupación que emana de todas ellas, es evidente que la libertad creativa ha sido traducida en creaciones liberadoras.
Pero detrás de esa actitud aparentemente despreocupada, se esconde la cuidadosa aplicación de técnicas que garantizan que lo obtenido a base de esfuerzo y estudio parezca atribuido al azar. La representación perfecta de esto son los corsés abullonados, una de las prendas más técnicas de confeccionar, reinventados para lucir y sentirse más suaves y acogedores que nunca sin perder estructura ni firmeza. Una deconstrucción que solo puede lograrse conociendo perfectamente cómo construirla. Las piezas que se extienden hasta la cabeza son otra prueba de esto: traspasar los límites del cuerpo y alcanzar la cabeza requiere un conocimiento especial y único del patronaje, que asegure que la pieza final no solo se vea bien y tenga sentido visualmente, sino que también evoque esa sensación de protección —una especie de capullo confortable— que aquí se logra con éxito.
Cada look ofrece detalles nuevos y únicos, ya sea en la forma en que se retuercen las prendas, en la superposición de tejidos transparentes sobre otras prendas que ni siquiera están siendo usadas, en los cortes inesperados o en los largos flecos de tela. Manémané y Miguel Becer nos enseñan por qué jugar y ser libre es un asunto que debe ser tomado en serio, y cómo dejar de seguir las reglas significa la creación de otras nuevas: las nuestras.







